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I Simposio Internacional sobre Sordera en la Infancia

I Simposio Internacional sobre Sordera en la Infancia

Los pasados 21 y 22 de febrero celebramos Madrid, en la sede la Fundación Ramón Areces el I Simposio Internacional sobre  “Detección, diagnóstico y tratamiento precoz de la sordera infantil” organizado por nuestra Unidad de Sordera y Vértigo

La detección precoz de la sordera en niños en el primer mes de vida permite realizar el tratamiento más adecuado de los 3 a los 18 meses, periodo natural de aprendizaje en el que los niños comienzan a desarrollar el habla y el lenguaje. La estimulación auditiva con amplificación mediante el uso de audífonos constituye el tratamiento precoz más frecuente,  existiendo actualmente métodos novedosos de adaptación objetivos e individualizados para que el rendimiento de los audífonos en bebés, incapaces de colaborar por sí mismos, sea óptimo.

La verificación del resultado de los audífonos y la evolución del desarrollo del lenguaje determinarán si el niño debe continuar tratándose mediante amplificación, o si es candidato a ser tratado mediante implantes cocleares. Por ello, en general, los implantes cocleares no deben colocarse antes del año de vida.

Estas son algunas de las conclusiones del Simposio Internacional sobre Detección, diagnóstico y tratamiento precoz de la sordera en la infancia, organizado y coordinado por el Dr. Antonio Denia Lafuente, Director de la Unidad de Sordera y Vértigo del Hospital  Ntra. Sra. del Rosario, y por Dña. Belén Lombardero Pozas, Directora de la Sección de Audiología de dicha Unidad.

I Simposio Internacional sobre Sordera en la Infancia

Al Simposio asistieron 400 especialistas de las diferentes disciplinas relacionadas con el problema de la sordera en la infancia, incluyendo audiólogos, audioprotesistas, enfermeras, logopedas, neonatólogos, otorrinolaringólogos, pediatras y también padres de niños sordos.

Los expertos fueron unánimes al resaltar que hoy en día los niños sordos pueden tener la misma evolución en su lenguaje y aprendizaje que los niños oyentes, si el tratamiento está ya instaurado en los periodos naturales en los que todos los niños comienzan a desarrollar el habla y el lenguaje, escuchando e imitando las voces familiares y de su entorno. Para ello es imprescindible que la pérdida de audición se detecte antes del primer mes de vida, que su diagnóstico se realice antes del tercer mes de vida y que el tratamiento se inicie antes del sexto mes de vida.

En España existen ya programas de detección precoz mediante ‘screening’ o cribado auditivo universal neonatal que permiten identificar a aproximadamente el 95% de los recién nacidos con problemas de audición antes del primer mes de vida; dichos programas están ya implantados en algunas comunidades autónomas y en otras están en fase de implantación. El diagnóstico posterior requiere determinar el tipo y grado de la pérdida de audición y su causa, existiendo actualmente pruebas objetivas y subjetivas que nos permiten realizarlo antes de los tres meses de vida como se mostró durante el Simposio.

De esta forma el tratamiento puede iniciarse antes de los seis meses de vida. Siempre que se confirme que la pérdida de audición es irreversible, el tratamiento se realizará mediante la adaptación de audífonos. Para ello, como se enfatizó en el Simposio, deben utilizarse métodos objetivos e individualizados de adaptación y verificación audioprotésica, que junto a la alta tecnología de que disponemos hoy en día proporcionarán al niño la audición óptima para iniciar su aprendizaje. Este tratamiento deberá mantenerse durante un periodo mínimo de 6 a 9 meses en los que la evolución del niño determinará si la amplificación proporciona los resultados adecuados, o por el contrario el niño es candidato a tratamiento mediante implantes cocleares.

I Simposio Internacional sobre Sordera en la InfanciaEl Dr. Antonio Denia Lafuente destacó en sus conclusiones al término del Simposio que, en la actualidad, disponemos en nuestro país de los recursos necesarios para evitar o minimizar los problemas relacionados con la sordera en la infancia, incluyendo una tecnología que avanza día a día, unos objetivos muy claros y el apoyo de las instituciones. No obstante, si queremos atender eficazmente y sin demoras las necesidades de todos los niños con problemas de audición y de sus familias, necesitamos más profesionales especializados en las distintas áreas y una coordinación perfecta de unos con otros.

En definitiva, que la cadena multidisciplinaria de la detección, el diagnóstico y el tratamiento, incluyendo la orientación familiar y las pautas de estimulación, funcione en los periodos evolutivos más adecuados y críticos para la maduración del niño, sin interrupciones que comprometan su desarrollo.

I Simposio Internacional Detección, diagnostico y tratamiento precoz de la sordera en la infancia

 

Actualización sobre la enfermedad de Meniere

El Dr. Antonio Denia Lafuente fue el experto invitado en la MESA REDONDA SOBRE LA ENFERMEDAD DE MENIERE, celebrada en el “V Curso Práctico sobre Videonistagmografía, Posturografía Dinámica y Rehabilitación Vestibular” celebrado en el Hospital Severo Ochoa de Leganés, Madrid.
30040810312301Enfermedad de Meniere              

La enfermedad de Meniere continua siendo una causa frecuente de vértigo que constituye uno de los caballos de batalla del diagnóstico y tratamiento de pacientes con vértigo, temas sobre los que se efectuó una revisión y puesta al día por los diferentes expertos participantes en la mesa redonda, quienes destacaron la importancia de seguir rigurosamente los criterios diagnósticos establecidos por la Academia Americana de Otorrinolaringología y de aplicar tratamientos validados científicamente.

Puesta al día sobre vértigo y mareo

Fístulas laberínticas
Fístulas laberínticas

Conferencias dictadas por el Dr. Antonio Denia Lafuente como ponente invitado al Curso “Abordaje Multidisciplinar del Vértigo y Mareo”, celebrado en la Fundación Hospital Alcorcón de Madrid.
         

Las fístulas laberínticas constituyen una de las causas de vértigo con mayor controversia por lo que respecta a su diagnóstico y tratamiento. Las fístulas laberínticas son fisuras, dehiscencias o erosiones del hueso laberíntico que contiene los líquidos y receptores del oído interno y que dan lugar a que cambios de presión en las áreas que lo rodean (p.e., conducto auditivo externo, oído medio, región endocraneal), y ruidos intensos, se transmitan a dichos líquidos del oído interno a través de dichas fisuras o dehiscencias que los ‘comunica’, estimulando los receptores laberínticos y produciendo mareo, vértigo y desequilibrio. Las fístulas laberínticas son sobre todo consecuencia de traumatismos directos sobre el cráneo, sobre el oído, barotraumas (vértigo postraumático), consecuencia de malformaciones congénitas del oído, etc. Recientemente se ha incorporado una nueva causa al grupo de las fístulas laberínticas conocida como síndrome de dehiscencia del canal semicircular superior (SDCSS), cuya descripción ocupó mayoritariamente el tiempo de la conferencia dada su novedad. Uno de los rasgos característicos de algunos pacientes con este tipo el SDCSS es que pueden diagnosticarse erróneamente de otoesclerosis (enfermedad del oído medio que produce hipoacusia que se corrige quirúrgicamente practicando una estapedectomia-estapedotomia), corriendo el riesgo de ser intervenidos sin posibilidades de mejorar su audición y de que persistan vértigos.

Síndromes vestibulares bilaterales:
Síndromes vestibulares bilaterales:

Síndromes vestibulares bilaterales:

Los síndromes vestibulares bilaterales son consecuencia de lesiones vestibulares bilaterales (vestibulopatías periféricas bilaterales) y se caracteriza por desequilibrio (que se acentúa en la oscuridad y sobre superficies irregulares y/o inestables), sensación de movimiento del entorno al andar (oscilopsia) y en algunos casos episodios vertiginosos en sus estadios iniciales, representando alrededor del 4% de las causas de mareo, desequilibrio y/o vértigo. Las lesiones afectan a ambos laberintos y/o a ambos nervios vestibulares destacando entre las causas más frecuentes los medicamentos ototóxicos, la enfermedad de Meniere bilateral, la neuritis vestibular bilateral, enfermedades autoinmunes del oído interno, etc., aunque casi la mitad de los pacientes aproximadamente la causa no llega a determinarse. Dadas las múltiples causas que pueden producirlo, el estudio de estos pacientes es laborioso, debiendo efectuarse además el diagnóstico diferencial con otras alteraciones cerebrales que también producen desequilibrio (vértigo central o cerebral).

Identificada una nueva causa de mareo y vértigo

Dehiscencia del canal semicircular superior

El síndrome de dehiscencia del canal semicircular superior (SDCSS) lo produce la ausencia de hueso que en condiciones normales cubre dicho canal (CSS), dando lugar sobre todo a: 1) que el laberinto responda anormalmente a sonidos intensos y a cambios de presión (p.e., esfuerzos físicos, estornudos, etc.), que a menudo provocan mareo y vértigo; 2) a que se oiga en exceso la propia voz (autofonía); 3) a que con frecuencia produzca hipoacusia de trasmisión o conducción similar a la de la otoesclerosis con la que se confunde; y 4) a que se acompañe de síntomas espontáneos de mareo, vértigo y de taponamiento y presión en el oído.

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Tras la sospecha clínica de SDCSS, el diagnóstico requiere su confirmación mediante la realización de la prueba de potenciales evocados vestibulares miogénicos (PEVM) (o el registro tridimensional de movimientos oculares en respuesta a estímulos sonoros intensos o cambios de presión en el oído) y la identificación radiológica de la dehiscencia mediante TAC de alta resolución.

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Detección precoz de la sordera en la infancia

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Desarrollar el lenguaje con normalidad requiere una audición útil durante los dos primeros años de la vida, época en que se establece el lenguaje hablado. La ausencia de estímulo auditivo determina la no adquisición del lenguaje, por lo que es preciso detectar cualquier problema auditivo y tratarlo lo antes posible.

La sordera es la pérdida total o parcial de la audición, puede ser congénita o adquirida, temporal o permanente y estar provocada por diversas causas.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS):

– De cada 1.000 recién nacidos 1 padece una sordera severa o profunda.
– De cada 750 recién nacidos 1 padece hipoacusia.
– En el 40% de los casos se desconoce la causa.
– De cada 60 recién nacidos ingresados en UCI 1 es sordo

Millones de niños en el mundo tienen en mayor o menor grado pérdidas de audición. Algunos nunca oyeron bien, otros tuvieron algún problema que generó una pérdida de audición en algún momento de su vida, antes durante o después de adquirir el lenguaje. En algunos de estos niños la pérdida auditiva va asociada a otros problemas. Estas variables hacen imposible generalizar acerca del futuro de un niño con problemas de audición, pero en lo que sí coincidimos en la actualidad todos los especialistas que trabajamos con niños sordos, a la vista de las nuevas técnicas quirúrgicas y de la alta tecnología audioprotésica y de implantes cocleares, es en la enorme importancia del momento de la detección, diagnóstico y tratamiento de la pérdida de audición.

Repercusión

Una pérdida de audición infantil no tratada correctamente influirá en el proceso de desarrollo intelectual, psicológico y social del niño, ya que el pensamiento nace y se estructura a través de las palabras.

Nos encontraremos con:

– Dificultad o falta del desarrollo del lenguaje.
– Defectos en el habla.
– Retraso de la lectura y la escritura.
– Problemas emotivos y de carácter.
– Limitación de las oportunidades educativas.
– Impedimento en la realización personal y vocacional.

Actitud

Planteado el problema de la grave repercusión que una pérdida de audición supone en el desarrollo del lenguaje, es pregunta obligada cómo podemos actuar para romper este círculo. La respuesta es sencilla: la rehabilitación precoz de la hipoacusia en el niño es indispensable para la adquisición de la palabra y del lenguaje y, en consecuencia, para el desarrollo intelectual, por lo que se necesita una detección y un diagnostico precoces de la sordera a esta edad. Se puede afirmar que la estimulación auditiva, la adaptación protésica o el implante coclear y la rehabilitación logopédica son efectivas si se hacen en edades adecuadas.

El screening auditivo en bebés permite diagnosticar y tratar la sordera muy precozmente, lo que contribuye a reducir las repercusiones que los problemas auditivos conllevan. La OMS define el screening como “la presunta identificación de enfermedades o defectos imposibles de reconocer, mediante la aplicación de tests, exámenes u otros procedimientos que pueden ser aplicados rápidamente”. El screening separa a las personas aparentemente sanas de aquellas que probablemente tengan la enfermedad. Un test de screening no es un test diagnóstico, las personas que no pasen este screening o con hallazgos sospechosos deben remitirse al otorrinolaringólogo para que efectúe el diagnóstico de la sordera e instaure el tratamiento más adecuado.

La Unidad de Sordera y Vértigo del Sanatorio Nuestra Señora del Rosario dispone del personal y el equipamiento necesario para realizar las pruebas de screening y de diagnóstico de la sordera infantil.

 

La audición en niños