Otras vestibulopatías

Otras causas de mareo y vértigo, a veces de causa inespecífica, están producidas por lesiones vestibulares laberínticas y/o del nervio vestibular (lesiones vestibulares o vestibulopatias periféricas), pueden acompañarse o no de alteraciones auditivas y pueden afectar a un solo lado (vestibulopatias periféricas unilaterales), o a ambos (vestibulopatias periféricas bilaterales).

 

Vestibulopatías periféricas unilaterales

Vestibulopatías periféricas unilateralesSe caracterizan por síntomas generalmente intermitentes que pueden variar desde sensaciones de vértigo y/o desequilibrio con o sin síntomas auditivos asociados (relación de síntomas más frecuentes), a sensaciones mas inespecíficas de inestabilidad en la marcha, mareo mal definido, etc, con hallazgos exploratorios característicos de una alteración vestibular periférica. Las causas pueden no identificarse o ser de origen infeccioso-inflamatorio instaurándose de forma inmediata (p.e., laberintitis) o tardía (p.e., hidrops endolinfático tardío), de origen vascular (p.e., síndrome de hiperviscosidad sanguinea), traumático (p.e.: fractura laberíntica), tóxico (p.e., ototoxicidad), congénito (p.e., fístula perilinfática), tumoral (p.e., neurinoma del acústico), etc., y afectar al laberinto y/o al nervio vestibular. El tratamiento está orientado a tratar las alteraciones del equilibrio mediante tratamiento farmacológico sintomático y rehabilitación vestibular según las indicaciones específicas de cada caso y la causa cuando podemos identificarla.

 

Vestibulopatias periféricas bilaterales

Vestibulopatias periféricas bilaterales

La lesión bilateral de los receptores vestibulares laberínticos la producen sobre todo medicamentos ototóxicos (p.e., estreptomicina, gentamicina), aunque también pueden ser consecuencia de otras alteraciones que también lesionan ambos laberínticos (p.e., lesiones inflamatorias del oido interno, infecciones víricas, enfermedad de Menière , traumatismos), ó de lesiones de ambos nervios vestibulares (p.e., tumores de los nervios vestibulares o neurinomas, etc.). Sus manifestaciones se caracterizan por desequilibrio al andar, más intenso en la oscuridad, con sensación de que el entorno se mueve o vibra al andar, siendo poco frecuente la sensación de vértigo. El tratamiento incluye la prevención (p.e., controlando estrechamente la administración de fármacos ototóxicos), el tratamiento específico de la causa desencadenante cuando sea posible, y tratamiento mediante rehabilitación vestibular .

 

Vértigo vestibular central o cerebral

Vértigo vestibular central o cerebral

Es consecuencia de alteraciones del sistema vestibular a nivel cerebral y se caracteriza porque al vértigo se asocian síntomas y signos relacionados con deficiencias neurológicas: visión doble (o diplópia), parálisis facial, defectos del campo visual, alteraciones del habla (p.e., disartria), desequilibrio marcado al andar con separación manifiesta de los pies (p.e., ataxia), movimientos incordinados de las extremidades (o incoordinación motora), caídas bruscas con pérdida de conciencia de mayor o menor duración, etc. Dichos síntomas y signos pueden ser consecuencia sobre todo de enfermedades vasculares cerebrales (p.e., insuficiencia de riego o infartos cerebrales, etc.), con menos frecuencia de enfermedades degenerativas (p.e., atrofias cerebrales y cerebelosas, esclerosis múltiple, etc.), y más raramente tumores cerebrales.

Vértigo de origen desconocido

No siempre el estudio detallado de pacientes con vértigo conduce a un diagnóstico concreto, ya que al menos en un 7% de los casos no podemos establecer su causa.