Terapia con células madre para la sordera

Nueva terapia con células madre para tratar la sordera

Es para nosotros un motivo de satisfacción difundir esta noticia de la publicación del investigador Marcelo Rivolta en relación a un tema de máximo interés en el campo del tratamiento de la sordera, que ya nos avanzó en nuestro II  Simposio Internacional sobre “Detección, diagnóstico y tratamiento precoz de la sordera en la infancia” que celebramos en Madrid en mayo del 2011. Dr. Antonio Denia Lafuente.

 

II Simposio Internacional. Detección, diagnóstico y tratamiento precoz de la sordera en la infancia

 

 Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC)

Científicos de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) han desarrollado un nuevo tratamiento para algunos defectos de audición a partir de células madre embrionarias humanas, de las que han conseguido obtener tanto neuronas auditivas como células ciliadas. El trabajo muestra cómo estas células obtenidas en el laboratorio reemplazan a las dañadas una vez trasplantadas en jerbos con pérdida de audición.

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Una neurona auditiva derivada de células madre repuebla la cóclea de un jerbo sordo. Las células humanas son las coloreadas en verde. El color rojo es un marcador de diferenciación neuronal. Imagen: Marcelo Rivolta, Universidad de  Sheffield.

Un estudio de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) presenta un protocolo para conseguir células auditivas a partir de células madre embrionarias humanas. Durante la investigación, que ahora se publica en Nature, los científicos trasplantaron con éxito estas células en jerbos con pérdida de audición.

El argentino Marcelo Rivolta, uno de los autores, declara a SINC que las células madre “tienen la ventaja de que se pueden mantener en cultivo por muchísimo tiempo, lo que nos da una fuente prácticamente inagotable para producir células del oído a demanda”.

El trabajo se ha centrado en el tratamiento de la neuropatía auditiva, en la que se ven afectadas las células del nervio auditivo. A diferencia de otros tipos de sordera que afectan a las células ciliadas, en este caso lo que está alterado es el impulso nervioso y no la recepción del estímulo sonoro, y por eso los implantes cocleares no son efectivos.

El siguiente paso es estudiar si sería posible combinar este método con un implante coclear:

“Hoy en día el implante de cóclea reemplaza en parte la funcionalidad de las células ciliadas, pero cuando el daño ocurre en el nervio auditivo, es poco o nada lo que se puede hacer por el paciente”, señala Rivolta.

La nueva técnica se probó en jerbos, ya que, según Rivolta, “son un buen modelo de audición, pues en este sentido son más parecidos al ser humano que, por ejemplo, el ratón”. Los científicos trasplantaron las células auditivas en animales que habían sufrido daño en el nervio. Las nuevas reemplazaron a las neuronas perdidas, se reconectaron y mostraron una recuperación funcional significativa.

Para generar estas células auditivas a partir de células madre los investigadores desarrollaron “un método que intentaba copiar lo que pasa durante el desarrollo normal del organismo. De esta manera se pudieron obtener células progenitoras óticas para después convertirlas en neuronas y células ciliadas”, apunta Rivolta.

Para el investigador, el siguiente paso es “estudiar si sería posible combinar este método con un implante coclear, además de saber si la recuperación se puede mantener en el tiempo, ya que hasta ahora el seguimiento realizado ha sido de tres meses”, y apunta también que se necesitarán “varios años más de investigación antes de que la técnica sea aplicable a humanos”, aunque asegura que haber demostrado que es posible la reparación del oído usando células madre es un avance muy importante.

Referencia bibliográfica:

Wei Chen, Nopporn Jongkamonwiwat,  Leila Abbas,  Sarah Jacob Eshtan,  Stuart L. Johnson,  Stephanie Kuhn,  Marta Milo,  Johanna K.  Thurlow,  Peter W. Andrews, Walter Marcotti,  Harry D. Moore,  Marcelo N. Rivolta.  “Restoration of auditory evoked responses by human ES-cell-derived otic progenitors”.  Nature. doi:10.1038/nature11415